22 oct 2011

La Distancia mas Corta. C.A.V.C.A

Acabo de terminar una nube con relámpagos. Queda preciosa colgada del techo de nuestro cuarto, Laura, justo encima de la cama. Como sólo me quedaba papel para escribir esta carta y quería que la nube fuera de gran formato, he tenido que utilizar la cortina de la ducha (ya sé que eso es hacer trampas, pero las gotitas de Loctite para que aguanten los pliegues no se notan). Lo mejor es que mientras la estaba fabricando una tregua suave se ha instalado en mi mente y he conseguido no pensar en nada… pero ahora que veo la nube sobre mi cabeza me vuelvo a sentir en jaque. Una pregunta afilada y caprichosa me carcome.

A lo mejor tú lo sabes, Laura: ¿cuál es la distancia más corta entre dos personas?

Si me hubieran preguntado hace poco hubiera dicho que la respuesta es un beso, pero a veces ocurre (como de hecho ha ocurrido) que nos besamos y hacerlo es como tocar la nota equivocada en un piano.

¿Quizás los recuerdos? No sé. Haz tú la prueba: piensa en aquella habitación de hotel donde los jueves por la tarde montábamos la tienda de campaña y nos hacíamos cosquillas hasta que nos dolían los oídos de tanto escándalo? ¿Notas algo? ¿Me sientes más cerca?

Ya sé que me obsesiono, Laura... Ayer, mientras doblaba una servilleta para hacer un cisne, pensé que la clave era un billete de avión desde esta soledad hasta tus ojos, pero Tokio queda lejos y sospecho que allí la luz es como tu voz en el teléfono: remota y pulverizada. Y ya sabes lo mal que se me da el teléfono, Laura, lo torpe y callado que me pongo cuando llamas.

Por eso no te he contado lo de las grullas. Bueno, la verdad es que ahora ya no son sólo grullas; mi experimento para acortar distancias se me ha ido un poco de las manos... digamos que se ha vuelto una tarea de dimensiones cósmicas. Con paciencia y mucho papel he conseguido hacer casi de todo: una muela con caries, un astronauta en la luna, una rana que saca la lengua, tres molinos holandeses que han conquistado el pasillo, una jauría de dragones estrábicos, un submarino que se deshace lentamente en la bañera...

El otro día bajaron la vecina del cuarto y sus rulos a pedirme un poco de sal. Cuando entré en la cocina (ahí es donde tengo las ochocientas cincuenta grullas blancas), se asomó con descaro y dijo no se qué de "Los Pájaros" de Hitchcock. Yo le regalé el salero, cerré la puerta en sus narices y volví a enfrascarme en mi último proyecto: un teatro isabelino precioso con actores a escala que representan "Hamlet". Creo que te gustaría.

Según he leído, el origami ayuda a fomentar la paz de espíritu y la claridad de mente. Para mí es una forma de no pensar en esa distancia japonesa y fría que te oculta. Por ejemplo ahora: en la habitación de tu hotel el sol se estará deshaciendo pero aquí el día aún no ha sido tocado por nadie. Tú te vas a dormir. Yo tendría que estar levantándome. Pensar que los dos vivimos en el mundo por turnos me vuelve muy pequeño, Laura, me hace sentir deshecho como el submarino de papel que tengo en la bañera.

Y lo malo es que ya se me ha terminado el material: las cartas que nos mandábamos hace años, las postales, mis cuadernos, tus partituras, todos los libros del salón se han convertido en criaturas extrañas de este arca de Noé donde gobierno (¿te enfadarás si te digo que el empapelado azul de las paredes es ahora el sexto batallón de un ejército de cosacos?).

El problema de quedarme sin papel es que no he sido capaz de hacer las cosas que de verdad me importaban. En el libro de origami que he comprado dice que ?los dedos hábiles de quienes pliegan pueden dar nacimiento a todas las figuras de la creación?. Mis dedos no son tan hábiles, Laura. He intentado crear tu rostro y el acantilado sin nombre de tu cuello y ha sido imposible. Tampoco he sido capaz de fabricar una madrugada enroscado a tu lado, ni el asiento trasero de un Ford en la linde de un bosque, ni tus gemidos suaves, profundos, de color turquesa?

Y lo peor es que en mi fracaso aletea la maldita pregunta como una grulla con las alas encendidas: ¿cuál es la distancia mínima entre dos seres?

Desde donde estoy veo la calle que ya empieza a hormiguear con prisa de colegio y oficina. Del portal de enfrente acaba de salir una pareja y han hecho algo muy simple y muy terrible. Ella quizás sea un poco más joven que tú; él probablemente tenga unos años más que yo; se les nota en la cara y en los gestos que llevan tiempo viviendo juntos. Cuando han salido a la acera se han dado un beso fugaz y un abrazo leve y cada uno ha echado a andar en direcciones opuestas. Hasta la tarde, piensan ellos; hasta pronto, pensaba yo cuando te fui a llevar al aeropuerto.

¿Te acuerdas de nuestro último abrazo, Laura? Yo podía escuchar tu respiración como un roce de glaciares sorprendidos por el primer rayo de sol, tan cerca tu piel de la mía.

¿Será esa la respuesta? Quizás la distancia más corta entre dos personas es una despedida. Sí, algo tan simple: dos cuerpos que se juntan para decirse adiós, la frontera de la piel que se vuelve borrosa y ese huracán de tigres que es la ausencia rodeándolo todo.

Mejor parar y despedirme aquí. Ahora haré lo que sin duda hacen todos los que escriben cartas como esta: no mandarla. Doblaré el folio hasta convertirlo en grulla, contemplaré esta mañana tan anónima y extraña que me mandas desde Tokio, y llevaré la carta junto a sus hermanas, las ochocientas cincuenta que anidan en nuestra cocina esperando silenciosas tu regreso.

4 oct 2011

Retornando el pasado, viviendo el presente, esperando un mejor futuro! Hola de nuevo!

Cómo gasto papeles recordándote
Cómo me haces hablar en el silencio
Y cómo no te me quitas de las ganas
Aunque nadie me vé nunca contigo

Y cómo pasa el tiempo
Que de pronto son años
Sin pasar tú por mí
Detenida

Te doy una canción
Si abro una puerta
Y de las sombras sales tú

Te doy una canción
De madrugada
Cuando más quiero tu luz
Te doy una canción
Cuando apareces
el misterio del amor

Y si no lo apareces
No me importa
Yo te doy una canción

Si miro un poco afuera
Me detengo
La ciudad se derrumba
Y yo cantando

La gente que me odia
Y que me quiere
No me va a perdonar
Que me distraiga

Creen que lo digo todo
Que me juego la vida
Porque no te conocen
Ni te sienten

Te doy una canción
Y hago un discurso
Sobre mi derecho a hablar

Te doy una canción
Con mis dos manos
Con las mismas de matar

Te doy una canción
Y digo: Patria
Y sigo hablando para ti

Te doy una canción
Como un disparo, como un libro
Una palabra, una guerrilla
Como doy el amor


No se porque, pero de pronto el modo aleatorio de winamp puso esta cancion mientras mas pensaba en ti, mientras recordaba tus ojos inundandolo todo, mientras pensaba en nosotros, en mi, en esta estupoidez que me compone, mientras dedicaba mis neuronas a darte un homenaje, todas abocadas a dibujarte en mis ojos aunque no estuiveras aqui, no, no eran alucinaciones, generalmente no sufro de eso, pero de pronto, cada vez mas seguido, cierro los ojos y ahi estas, mirandome con tus ojos melancolicos, con brillo en tus labios, y me parece poder alcanzarte, me parece que en verdad estas ahi, y luego veo que puedo abrir los ojos, y que detras de la cortina que los recubre, no estas, esta simplemente la pantalla, esta cancion sonando de fondo y mis dedos moviendose furiosos en el teclado, y mis ojos buscando, solo buscando en todas partes para no perderme el instante en el que vuelvas a aparecer..

10 may 2009

Agonia...


He disfrazado mis lagrimas con la lluvia mi cara de tristeza con una mascara de alegria ahora, como disfrazo este dolor? que causa mi maldita agonia?



1 nov 2008

Como el primer Dia.... Te quiero!


Maldije la tormenta que te asustaba
maldije a la lluvia que te mojaba
y maldije al viento que te despeinaba
Maldije...
hoy...
Hoy golpeaste mi puerta
y bendije a la tormenta que te trajo
y bendije a la lluvia cuando te quitaste el vestido mojado
y Bendije al viento...
Que apago la lampara...

Te sigo queriendo como el primer día,
con esta alegría con que voy viviendo.
Más que en el relevo de las cosas idas
en la expectativas de los logros nuevos.
Como el primer día de un sentir primero,
como el alfarero de mi fantasía.
Con la algarabía de un tamborilero
y el gemir austero de una letanía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, valga la osadía,
con la garantía de mis pobre sueños,
es decir, empeños porque todavía,
vive el alma mía de seguir creyendo.
Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía.
Como la folía del primer intento,
como el argumento de una profecía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, si no lo diría,
sé que no podría con mis sentimientos,
lo que llevo adentro se convertiría
en una jauría de remordimientos.
Como el primer día eres el velero,
la estrella y el viento de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento,
mi mejor acento, mi soberanía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Alberto Cortez

Gran cancion del Maestro Alberto Cortez, Dedicado a alguien muy especial...

17 mar 2008

Me acompañas?


Me acompañas?, asi me preguntaste una vez, me dijiste con tu mirada perdida y ese silbido en tu voz que me encanta, Me Acompañas?, y me sali de mi trance que lo formaba el conjuto de tus ojos maravillosos tu sonrisa deslumbrante y tu pelo sedoso. Yo en mis adentros, buscando como expresar mis torrentes de sentimientos sin gritarte, Y nuevamente tu formulaste la misma pregunta!: Me acompañas?, y Yo Claro!!!! Claro que si, ahorita y toda mi vida!, te acompaño en las buenas y las malas, en malos y buenos momentos, mientras mi mente y mi cuerpo puedan servir Te acompaño!!!, (mientras que mi corazon, rebosante de jubilo, saltaba sin control encontrando por fin, la razon de existir).

30 ene 2008

30 dic 2007

Poema 20 de neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

29 dic 2007

Me gusta cuando Callas, por que estas como ausente

ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía


Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto


Casi habia olvidado la belleza de este poema de Neruda....

29 nov 2007


Era callejero por derecho propio
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.
Aunque fue de todos nunca tuvo un dueño
que condicionara su razón de ser,
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.
Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta
y rendirle cuentas al amanecer.
Era nuestro perro y era la ternura
esa que perdemos cada día más
era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.
Digo nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo
a quien rescataba de su soledad.
Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar,
era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.
Era el callejero de las cosas bellas y
se fue con ellas cuando se marchó,
se bebió poco a poco todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.
Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción,
vaga su recuerdo por los sentimientos
para derramarlos en esta canción.

mi compañero mi amigo, mi perro ha muerto, me queda su cadena en mi cuarto, sus fotos en mi pared, y los recuerdos en mi mente, te extrañaremos amigo mio, descansa te lo mereces, se feliz, como te lo mereces, corre libre libre como el viento... hasta siempre Huracan!!!!!